Hugge, mindfulness y el slow living

Sin comentarios

Llegar a casa, cambiarte  los vaqueros apretados que tan bien te sientan por un pantalón holgado, prepararte una taza de té, mirar las nubes por la ventana… Disfrutar de los pequeños placeres de la vida está de moda.

Cocinar ya no es una obligación, se ha convertido en un momento de disfrute. Mantener la casa ordenada, es ahora un tema de salud mental y disfrutar de los amigos, una cuestión a tomarse muy en serio. Los nórdicos nos lo dicen claro, la vida es breve, exprímela y hazlo sin artificios. Puede que sea el mal tiempo o que estén hechos de otra pasta, el caso es que hemos pasado de alabar la siesta y el estilo de vida despreocupado del sur a emular propuestas más sofisticadas con las que, si nos fijamos bien, quizás no encontremos tantas diferencias.

El mindfulness está de moda, el Hygge comienza a hacerse un hueco en nuestras vidas y el slow living se instaura como una filosofía de vida necesaria, pero ¿qué son estos conceptos?

Dicen que en el mindfulness está la clave de la felicidad. En esta forma de encarar nuestro día a día nos proponen que hagamos nuestros quehaceres pero que disfrutemos de ellos. A veces estamos más pendientes de esperar lo bueno que va a llegar, de desear lo que no tenemos y de envidiar al de al lado, que de alegrarnos por todo lo bueno que nos rodea. Encontrarás mindfulness en la meditación, pero no en la meditación entendida como concepto religioso si no trabajando con tus manos, tejiendo una bufanda, cocinando un pastel, coloreando o simplemente escuchando una canción que te guste. La idea es recrearte en el momento presente liberando tu mente de pensamientos negativos. Haz lo que quieras pero déjate llevar y abraza todo lo bueno que te haga sonreír.

De este concepto pasamos al Hygge, que viene directamente desde Dinamarca y esperamos que lo haga para quedarse. Es una idea difícil de traducir y también se basa en disfrutar de lo sencillo. Encontrarás hygge sentándote frente a una chimenea en una noche fría, con un jersey de lana gorda, tomándote un vino con amigos o comiendo galletas de canela caseras. Puede traducirse como “lo acogedor” y es una actitud ante la vida que les ha convertido en uno de los países más felices del mundo. Sentirse cómodo, el bienestar, una tarde relajada, libertad… todos estos sentimientos forman parte del hygge. Parece ser que todo en Dinamarca refleja este sentimiento y es que son muy partidarios de abrir sus casas, que son espacios cálidos y acogedoros y cómodos. Los daneses prefieren el petit comité, son conscientes de que son felices, lo expresan y se recrean en ello. ¿Te ves capaz de practicarlo?

Por último, encontramos el movimiento que aboga por el “Slow Way of Life”. Más de lo mismo pero diferente y tan agradable de practicar como el mindfullness o el hygge. Este último concepto engloba muchas corrientes, el Slow Food, el Slow Fashion… Nos invita a que paremos un momento y disfrutemos. Que saboreemos la comida, que nos detengamos en cada sentido y que vivamos cada experiencia dejándonos seducir por ella. Esta idea nació con la apertura de un Mac Donald’s en la Piazza di Spagna, en Roma. Frente a su modelo de Fast Food se creó un movimiento de Slow Food que exaltaba los alimentos locales y cultivados ecológicamente, así como las recetas tradicionales disfrutadas en compañía… Al fin y al cabo, una vez más, nos invitan a tomar consciencia de los pequeños placeres de la vida.  

En este caso, la idea también está relacionada con la ecología y la reducción de la contaminación y de ahí nace también la Slow Fashion, que pretende que no seamos esclavos de las modas y que consumamos ropa más respetuosa con el medio ambiente, de comercio justo, vintage y productos similares.

Puede que sea una reducción muy simplista de unos grandes conceptos pero también puede que después de tanto avance y tanta modernidad, las tendencias y los consejos nos estén llevando a volver un poco a lo que hacíamos antaño.Su esencia pretende incorporar en nuestra vida moderna los placeres que practicaban nuestros abuelos o, simplemente, a dejarnos de tantas tonterías y permitirnos lujos como aburrirnos, no hacer nada o recrearnos en instantes sin sentirnos culpables o vacíos por ello.

Recibimos alertas de noticias en el móvil, nos conectamos al Whatsapp y nos asedian a mensajes. En redes sociales necesitamos estar híper conectados con gente a la que probablemente no volvamos a ver en nuestras vidas. Nos crean ansiedad asegurándonos que gracias a las nuevas tecnologías tenemos oportunidades de negocios debajo de cada piedra que no estamos aprovechando. La televisión no para de vendernos todo tipo de productos que no necesitamos pero que irremediablemente deseamos. ¿No ha llegado el momento de parar? Bienvenido al disfrute, al goce de simplemente ser tú en este momento. Sin necesidades, ni anhelos, ni dolores de cabeza. Solo tú, con tu bienestar instantáneo.

Sobre nosotros

Nuestra agencia está compuesta por un equipo multidisciplinar de periodistas, publicistas, expertos en marketing, diseñadores y desarrolladores.

Pídenos una cita

Ofrecemos servicios de comunicación y marketing estratégico para que tu negocio alcance todo su potencial.

Más artículos

Ver todos

Deja un comentario