“Juanito” de Ca n´Alfredo presenta el libro que recoge la historia de este legendario restaurante desde 1934

Con el auditorio de Can Ventosa lleno y la emoción latente, Juan Riera, más conocido como “Juanito de Can Alfredo”, presentaba el pasado 22 de octubre el libro que recoge la historia de este legendario restaurante desde que abriera sus puertas en 1934. Amigos, comensales, periodistas o personalidades del mundo de la política y de la cultura, no quisieron perderse un evento que contó con la presentación del sociólogo y periodista Lorenzo Díaz quien afirmó que esta fue su casa, y uno de los lugares en los que pasó algunos de los mejores momentos de su vida, durante los años que duró su matrimonio con la Concha García Campoy, “quien era una entusiasta de Ca n’Alfredo”. Durante el evento, en el que también estuvieron presentes los hijos en común de la pareja, Lorenzo Díaz matizó que “Juanito es a Ca n´Alfredo como Ca n´Alfredo a Juanito, ya que su carácter arrollador, su figura y su personalidad, que

fascina por su bonhomía y su sencillez, están a la zaga de una cocina, liderada por su mujer, que recoge las mejores recetas de Ibiza”.

El libro ‘Restaurant Ca n’Alfredo. 1934-2018’, ha sido escrito por el historiador Felip Cirer, y cuenta con el trabajo de la fotógrafa Aisha Bonet. En sus páginas relata la historia de este restaurante, ubicado en el Passeig de s’Alamera, cuya trayectoria puede compararse con la de los mejores restaurantes de España, como Casa Lucio o Cándido, y desgrana cómo sus arroces, han sido degustados por caras conocidas de todas las esferas y edades.

Juan Riera agradeció al público su fidelidad, el amor y la pasión con el que reciben cada día sus platos y confesaba que la idea de condensar su historia en este libro, vino dado por el reconocimiento que recibió en 2010, la Medalla d’Or de la Ciutat d’Ibiza, como reconocimiento a su trayectoria y labor divulgativa de la gastronomía tradicional ibicenca.

Ca n’Alfredo abrió sus puertas a mediados de los años 30 concebido como una casa de comidas para pasar a ser una fonda y, a los pocos años, un restaurante. En 1941, lo compró el padre de Joan Riera, quien asumía la dirección en 1972, y que ha llevado a este establecimiento a convertirse en el más legendario de la isla, gracias a su calidad, sencillez y discreción. 

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